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Sentirse ansiosa antes de una cirugía es increíblemente común y es algo que muchos pacientes experimentan sin importar cuánto tiempo hayan estado planificando el procedimiento. Incluso cuando la cirugía plástica es un sueño que se ha tenido durante años, mientras más se acerca la fecha, más puede aumentar la ansiedad. Esto es completamente normal y, a menudo, se debe al miedo a lo desconocido, preocupaciones sobre el resultado o el proceso de recuperación física.
¿Por qué Sucede?
La ansiedad puede deberse a varios factores como el miedo a complicaciones, preocupaciones sobre el dolor o incertidumbre sobre los resultados. Para muchos, es la primera vez que se someten a una cirugía, lo que puede intensificar estas emociones.
Recuerda, sentirte nerviosa significa que te importa el resultado, lo cual es algo positivo. Esto asegura que tomes el proceso en serio y sigas las instrucciones preoperatorias necesarias. Confía en tu preparación y en los profesionales que te guían.
La preparación mental no comienza la noche antes de la cirugía. Es importante empezar semanas antes. Establece una rutina de ejercicios suaves, alimentación saludable y tiempo para relajación.
Recomendaciones:
Hablar abiertamente con tu cirujano y su equipo puede reducir la ansiedad. Un buen cirujano está dispuesto a escuchar tus preocupaciones y explicarte los detalles del procedimiento. Además, un fuerte sistema de apoyo, como familiares o amigos que te acompañen durante el proceso, puede marcar una gran diferencia.
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